Muchos gobernantes se preguntan ¿Por qué tienen percepción ciudadana negativa o no mejoran en esta? La respuesta es clara: AUSENCIA DE ESTRATEGIA. Para lograr aumentar conocimiento, mejorar posicionamiento o lograr una percepción ciudadana positiva es necesaria una estrategia política robusta y bien articulada, la cual no solo define las prioridades y metas a largo plazo, sino que también proporciona un marco coherente para la toma de decisiones diarias.
La comunicación no debe ser un cúmulo de respuestas reactivas a eventos del día a día, sino una herramienta estratégica que refuerce y promueva los objetivos a largo plazo del gobierno. No es simplemente hacer un video, tomar fotos, escribir copys o desarrollar boletines y comunicados de prensa, la estrategia política es mucho más que eso, por lo tanto, aquellos líderes y gobiernos que carecen de una estrategia clara están inevitablemente destinados al fracaso.
A la fecha seguimos viendo alcaldías, gobernaciones y cuerpos colegiados, que se quedan solo con nombres de programas atractivos, slogans o discursos generales para comunicar lo que están realizando en cada una de sus dependencias, pero no hacen pasos previos determinantes para llevar a cabo toma de decisiones efectivas.
Los datos son determinantes y por eso una investigación cuantitativa, cualitativa y mixta, que contribuya, al levantamiento de información, será uno de los insumos principales en los objetivos que se tengan trazados y así segmentar nuestra ciudadanía acorde a sus intereses. Una estrategia política eficaz actúa como una brújula que guía a los gobiernos.
Establecer un camino claro, definir metas concretas y crear un plan de acción detallado, dónde los tiempos sean manejados conforme al entorno que se esté viviendo, es muy importante, en ocasiones existen campañas muy bien diseñadas, pero ejecutadas en el momento que no se debía.
Sin una estrategia, los gobiernos se muestran incoherentes y desorganizados, además que puede ser un elemento que le sirva a la oposición, puesto que cada error que origine esta situación puede ser aprovechados con campañas de contraste.
No se trata simplemente de informar a la gente sobre las acciones del gobierno, sino de construir y mantener una narrativa coherente que apoye los objetivos estratégicos, mostrar gestión, eficacia en las políticas desarrolladas y comunicarle al inconsciente colectivo de la población lo que espera escuchar o lo que buscamos transmitir. Una comunicación efectiva previene crisis, establece canales de participación ciudadana, gestiona la percepción pública y logra definir una personalidad de gobierno, basado en sus valores y muestra el carácter de los gobernantes.
En la era digital, donde la información se difunde instantáneamente y las opiniones públicas se forman rápidamente, la comunicación estratégica es más crucial que nunca. Un gobierno que no puede controlar su narrativa está en riesgo constante de perder la confianza y el apoyo de la ciudadanía.
La historia está llena de ejemplos de gobiernos que fracasaron por la falta de una estrategia clara. Es necesario investigar, planear, construir, hacer seguimiento, evaluar y desarrollar retroalimentación constante para revisar los resultados. Las políticas contradictorias, la falta de coordinación y la incapacidad para responder a los cambios en el entorno político y social son síntomas de la ausencia de estrategia.
En resumen, la estrategia política no es un lujo, sino una necesidad fundamental para cualquier gobierno que aspire a ser eficaz y duradero. La comunicación, cuando se alinea con una estrategia bien definida, se convierte en una herramienta poderosa que no solo informa, sino que también construye y mantiene el apoyo público, hay que estar mantener cercanía con la ciudadanía, no solo en etapas previas de contiendas políticas.
Los gobiernos que ignoran la importancia de la estrategia y la comunicación estratégica están condenados a la improvisación, la incoherencia y, en última instancia, el fracaso. En el complejo mundo de hoy, la previsión y la planificación son más cruciales que nunca, es momento de la estrategia política, no más simple comunicación del día a día.