Como si se tratara de una monarquía soberana al mejor estilo de Cuentos de los Hermanos Grimm, todo parece indicar que en la Universidad del Magdalena, su stand administrativo y mandato supremo recae sobre los hombros del rey Pablo Vera Zalazar, quien abiertamente manifiesta su intención de reelegirse para un tercer periodo, lo cual, en caso de conseguirlo, para muchos estudiantes y egresados, lo haría merecedor del título de, Pablo Tercero.
En efecto, sorprende de sobre manera la incoherencia en el actuar del hoy rector quien hace dos periodos se hizo elegir utilizando un discurso en contra de la reelección administrativa, satanizándola e incluso, señalándola como un asunto funesto para la democracia universitaria. Aún así y como todo en la vida, su pensamiento cambió, y oh sorpresa, resulta que aquello que él tanto rechazó en el pasado, hoy día es lo correcto, saliendo a vender la idea de que vale la pena su tercer periodo al frente de la rectoría.
Así como por primera vez el Presupuesto General de la Nación en Colombia saldrá por decreto, así mismo no se tiene registro en la historia de la Universidad, sobre la realización de una consulta interna para elegir su rector; consulta que de por sí, ha sido catalogada como la más amañada en su corta historia. El descaro y la manipulación a la que estamos asistiendo, salta a la vista para cualquier distraído que realice un simple seguimiento a todo el desarrollo del proceso electoral. Prueba de ello se observa en la astuta “jugadita” -al mejor estilo de Ernesto Macías-, implementada a través del Acuerdo Superior número 16 del 2023, en donde se cambian las reglas establecidas en el Estatuto General aprobado por los miembros del Consejo Superior Universitario, en adelante CSU, quienes han demostrado simpatía y beneplácito al rector, haciéndole saber que cuenta con su apoyo cuando de aprobar sus iniciativas se trate. En este escenario, solo el voto del representante de la Gobernación del Magdalena, se salva.
Para analizar el cálculo de la “jugadita” auspiciada por quien sería Pablo Tercero, es clave entender la estructura organizacional de la Universidad. Se sabe que el CSU es su máximo órgano de dirección y gobierno, lo que en síntesis, denota que se trata de un estamento que está por encima de los caprichos individuales de los rectores. Luego, la jugadita del Acuerdo Superior #16 no podía ser presentada por el rector no solo por la vergüenza misma que debería darle, al tratarse de algo que criticó en su momento, sino porque además, se trata de un acto administrativamente mal visto, ya que al ser un funcionario subalterno del CSU, Pablo Tercero, no tiene el alcance para darle instrucciones explícitas de reforma que le permitan perpetuarse en el poder. Por otro lado, afortunadamente, ningún miembro del CSU tuvo la descarada osadía de hacerle el favor al todavía rector.
En vista de que estas dos opciones eran impopulares, su stand encontró en los sindicatos la estrategia perfecta para llevar a cabo “La jugadita” y con ello lograr que Vera Salazar y los miembros del CSU, vieran la posibilidad de lavarse adecuadamente las manos. En este orden, los sindicatos fueron el estamento llamado a presentarle al CSU en bandeja de plata la proposición del acuerdo que permitiese la citada reelección por un segundo periodo, y al mejor estilo de Yidis y Teodolindo, pasar a ocupar la atención absoluta del rey, reiterándole su lealtad.
¡Que decepción, que horror! que organizaciones sindicalizadas que deberían ser ejemplo de independencia en defensa permanente de la democracia, hoy se presten para el logro de intereses personales. Sin duda y siendo así, dicho de otra manera, el rector no tiene un órgano, un estamento, una organización que ejerza control y vigilancia a sus decisiones.
Los hasta aquí descrito constituye algunos de los hechos internos que están ocurriendo hoy en la Universidad del Magdalena; en años anteriores a inicios de campaña, se jactaban y pregonaban en las plazoletas a través de los micrófonos que le darían la cara a los estudiantes para que en Asamblea se pudieran debatir temas de fondo; en esos escenarios decía Vera Salazar “yo quiero devolverle a los estudiantes la importancia que se merecen”. Pero, cosa distinta ocurre hoy día, toda vez que solo da la cara en eventos culturales bailando con los estudiantes y dándoles la bienvenida al alma mater, y no atiende el reclamo generalizado de toda la comunidad universitaria sobre la aprobación clandestina de acuerdos como el asentido el 13 de diciembre de 2023.
Siguiendo lo anterior, de hecho, uno de los principios orientadores del estatuto electoral de la Universidad exige garantizar una amplia difusión del proceso de consulta, evento que no ha recibido suficiente publicidad y se ha manejado bajo un calendario estrictamente limitado. Pareciese que existe un afán administrativo, donde inclusive se perciben aires ordoñistas del tapen tapen y del ocultamiento. Pareciese existir un interés por evitar que no solo la comunidad universitaria, sino también la ciudad y el departamento en general se enterasen de las dinámicas propias de la consulta eleccionista. Sin duda para el departamento de comunicaciones y publicidad de la Universidad pareciera no tratarse de un evento de importancia generalizada, y por su parte, prefieren volcar su atención a eventos de farándula como las visitas de Carlos Vives y/o Taliana Vargas, entre otros.
Acciones como la anterior demuestran que todo está calculadamente diseñado para que el rector diga y disponga sin que exista algún tipo de oposición o vigilancia; es decir, podríamos afirmar la inexistencia de un equilibrio de poder. El panorama parece indicar que todo está servido para que el rector sea nuevamente reelegido, incluso en los pasillos y redes sociales algunos se atreven a decir que a Pablo Hernan, que al inge., no lo tumba nadie. Aún con ello y bajo este escenario nefasto y fastidioso, en la Universidad está emergiendo un sentimiento de rebeldía por parte de un grupo de estudiantes valerosos. A la comunidad se les pide que no subestimen la fuerza que tiene un movimiento estudiantil, la historia ha demostrado su incidencia dentro de las grandes transformaciones.
En términos generales, yo entiendo que el poder es un tema complejo, de hecho, en personajes políticos ha llegado a convertirse en una enfermedad, en un vicio. Por ello, considero que en el escenario de las universidades públicas, el ejercicio democrático debe ser un proceso que goce de objetividad y todo tipo de garantías, es decir, la academia está llamada a dar ejemplo de democracia, de respeto por las instituciones. Por ende, siendo la universidad por excelencia quien debe llevar la batuta, la antorcha luminosa de la democracia soportada en el conocimiento, en las mismas no se deben fomentar tiranías ni perpetuaciones en el poder a funcionarios con ínfulas de monarca.
Sea consecuente Dr. Vera como docente formado, demuestre que en la Universidad del Magdalena respetamos las normas y que tenemos una democracia transparente, haga honor de todas esas condecoraciones que ha recibido, como el reconocimiento que le hicieron hace poco por sus calidades pedagogas. No dé un mal ejemplo a la ciudad y al departamento de liderazgos autoritarios, ya suficiente tenemos con movimientos políticos que se han mantenido en el poder apunta de persecuciones y extorciones burocráticas, no contribuya usted también a la ya desgastada dignidad a la que han sometido a muchos samarios y magdalenenses.
En definitiva, Dr. Pablo Hernan, no se crea usted un rey y no se deje enfermar de poder, pues cuando eso ocurre, el camino es la tiranía que termina ocultándose en supuestas democracias. Mejor considere la enorme posibilidad de terminar su gestión con honor, el distrito y el departamento demandan prospectos como usted, permita que otros académicos con capacidades puedan participar de estos ejercicios y puedan aportarle a la Universidad. Pablo Hernán, salga con la frente en alto por la Puerta Grande, no consiga adrede el Título de Pablo Tercero, y por favor, que alguien le diga al rector que no se desacredite haciendo declaraciones en los medios, donde señala a sus críticos de minorías mezquinas que dividen.
#EstánMatandoLaDemocraciaUniversitaria.