Con un optimismo desgastado, pero la necesidad latente de buscar soluciones estructurales a la crisis energética de la costa Caribe, seguimos al pie en la discusión nacional que esta semana promete nuevos resultados. Insistiremos, como siempre, en la urgencia de lograr una reducción significativa en las tarifas de energía en el Caribe. El cuento de nunca acabar, al que ya es hora de darle punto final.
En estos últimos años, han sido muchos los pronunciamientos desde los distintos sectores y muchas las reuniones en Bogotá y la región alrededor del candente tema tarifario. Sin embargo, no se ha logrado conjurar la crisis y todo ha quedado en palabras o promesas que se lleva el viento. Los intentos del Gobierno por lograr una disminución en el precio del kilovatio han sido infructuosos, opacados por una Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) inoperante.
La buena noticia de esta semana es que con el nombramiento del atlanticense William Mercado como nuevo experto, la comisión por fin completó el quórum mínimo que se requiere, para sesionar e impulsar la agenda regulatoria que tanto se necesita en el país. Desde el Caribe, esperamos que esta nueva era, tengamos una Creg fortalecida e independiente, enfocada en la defensa de los colombianos, que lidere la construcción de un escenario más justo para los precios de energía y gas en el Caribe colombiano y el resto del país.
Como primera medida nuestra propuesta siempre ha sido modificar la actual fórmula para que realmente bajen las tarifas. En estos momentos, el mayor impacto en los precios de energía lo está produciendo la generación, con un peso de 60% en el valor de la factura que pagan los usuarios. Los contratos de compra a los generadores, al actualizarse con el Índice de Precios al Productor (IPP), están impactando de manera dramática las tarifas que pagan los colombianos. De ahí la urgencia.
En días pasados, la Creg publicó para discusión el proyecto de Resolución No. 701 055 de 2024, que propone un cambio en los índices utilizados para calcular la tarifa de la energía, ese es el camino que desde hace tiempo le hemos estado pidiendo al Gobierno tomar para lograr una rebaja significativa, además de tumbar el cobro retroactivo por concepto por pérdidas no técnicas de energía, que ha derivado en un incremento acumulado de la tarifa plena en el Caribe; realizar las inversiones de infraestructura eléctrica que requiere la región; y por supuesto pagar la deuda de opción tarifaria.
Aplaudimos el diálogo que se está gestando entre el gobierno, los entes territoriales, los congresistas y los actores del sector, para abordar los problemas energéticos que enfrenta la Región, que amenazan su competitividad y estabilidad socioeconómica. Estamos a la expectativa de la reunión con las empresas generadoras, de quienes esperamos disposición y voluntad para contribuir a la crítica problemática del Caribe, toda la cadena que compone el precio de la energía de los hogares y de la industria colombiana debe aportar.
La costa Caribe demanda acciones efectivas, que detengan el sistemático abuso que se mantiene contra millones de familias.