Oídos sordos
Como lo ha hecho todo este tiempo, con una “política energética” guiada por cantos de sirena que poco a poco nos está conduciendo al despeñadero. Ojalá que no. Los riesgos y el costo para los colombianos serán muy altos si se continúan ignorando las alarmas que se encuentran encendidas en medio de la crisis del sector.