A 30 años antes de lo estimado, la población de Colombia comenzó a caer desde 2022, debido a que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y el Banco de la Republica acaban de revelar la noticia más importante de la década de Colombia y al parecer a nadie le importa, por lo que vivimos un colapso demográfico.
En el último informe titulado “Cambios demográficos recientes y envejecimiento poblacional” el BANREP, evalúan las dinámicas demográficas del país y lo que está pasando con la población colombiana, dando unas conclusiones sumamente alarmantes como la caída observada de los nacimientos implica una caída sin precedentes en la fecundidad de la población colombiana. Debido a que usando los datos que publicó el DANE en Junio, los técnicos advierten sobre algo que todos intuimos: Los colombianos no quieren tener hijos.
Por lo que cada vez, cae más la natalidad, en 2022, frente a 2021, cayó 7% la natalidad, mientras que, en 2023, frente a 2022, cayó 11%, y ahora en 2024 está cayendo 14,6%. Po lo que se observa en caída libre el número de bebés que nacen en el país.
Recientemente, el DANE publico los datos actualizados de estadísticas vitales del país que indican una reducción de 14,6% en los nacimientos durante los primeros cuatro meses de del 2024 frente a los mismos meses de 2023. Esta caída es más pronunciada que la caída de 11% que se había observado en todo 2023 frente a 2022, o la caída de 75 que se observa en 2022 frente a 2021. Por su parte el Centro de Recursos para el Análisis de conflictos (Cerac), con base en datos de Migración Colombia, ha estimado migraciones netas negativas de alrededor de 550 mil personas den 2022 y 450 mil en 2023, sin contar la migración irregular.
No obstante, lo grave del asunto para el análisis es que esta caída libre de la natalidad no estaba incorporada en las proyecciones de la población del DANE, que son las mismas que se han usado para planear, por ejemplo, la reforma pensional. Aunque ya sabíamos que el país se estaba envejeciendo, pero estos números recientes cambian radicalmente las proyecciones. Por lo que se debe aclarar que en las proyecciones anteriores del DANE, por ejemplo, se esperaba que para 2070 el 36% de los colombianos iban a ser adultos mayores. Sin embargo, con estos datos nuevos, adicionales, la situación de envejecimiento cambia de manera significativa.
Por su parte, el BANREP también alerta sobre otro dato muy revelador que tiene que ver con el número de personas que están emigrando de Colombia alcanzó un ritmo impresionante entre 2022 y 2023, por lo que ha estimado migraciones netas negativas de alrededor medio millón de personas, en el neto, que están abandonando Colombia. Estos dos ingredientes juntos forman un coctel explosivo, ya que si le sumamos al problema muchos menos niños naciendo más mucha gente dejando el país podremos concluir un desastre demográfico.
Por lo que el estudio concluye diciendo que probablemente, las estimaciones previas del DANE no están incorporando el ritmo de la caída de la tasa de natalidad. Ya que la línea azul es lo que esperaba el DANE en materia de natalidad, mientras la negra la tendencia que hemos visto los últimos dos años, como se observa en la siguiente gráfica.
GRÁFICO 1. TASA DE NACIMIENTOS
¿Y eso qué implica? Puesto que la población, que ya sabíamos iba a comenzar a decrecer, posiblemente lo haga mucho antes. Según El DANE (línea azul) hasta ahora esperaba que la población comenzara a caer en la década del 50. Pero si siguen cayendo los nacimientos, va a ocurrir mucho antes.
Por lo que es posible de acuerdo a la información que presentó al DANE, que el proceso de colapso o decrecimiento demográfico del país, ya haya comenzado. Por lo que se vuelve sorprendente los datos, debido a que nadie los tenía en sus cuentas, el gráfico muestra las proyecciones de crecimiento de la población bajo los distintos escenarios descritos. En las proyecciones originales EO se espera que el decrecimiento poblacional comience en 2052 las siguientes alternativas E1, E2 Y E3 este comenzaría, respectivamente en los años 2043, 2032 y 2027. El escenario E4, que incluye los datos de migración y es el más cercano a los datos observados hasta 2024, el decrecimiento habría comenzado desde 2022. Es decir 30 años antes de lo esperado en las tablas actuales de población del DANE.
El fenómeno es tan grave que, según los investigadores, si esta tendencia de caída en la natalidad se mantiene al ritmo que estamos viendo, y la emigración continúa a niveles similares, en 2050 solo va a haber 45 millones de personas en Colombia. Algo así como 10% menos habitantes que hoy.
GRÁFICO 2. TASA DE CRECIMIENTO POBLACIONAL
Las tasas ilustradas en el Gráfico 2 son tasas de cambio anuales, cuyo efecto se acumula en el tiempo. Así, la población total en 2050 varía entre 53,9 millones en el escenario alternativo E1 y 45,4 millones en el escenario E4. Es importante además aclarar que estos cálculos no son pronósticos, sino cuantificaciones de escenarios hipotéticos a partir de los datos observados y que dan idea de la magnitud del riesgo demográfico que enfrenta el país en las próximas décadas, por lo que la gravedad de este asunto y sus implicaciones en asuntos económicos, políticos y sociológicos es brutal. Ya que estamos hablando no solo de una caída de la población, que habría comenzado muy prematuramente, sino también de un envejecimiento muy acelerado de la estructura poblacional
Se debe aclarar que, en el estudio, no se evalúa cuál sería el impacto en materia de envejecimiento: menos personas en Colombia, pero además mucho más viejas en promedio. Por lo que anuncian que deberán hacer evaluaciones posteriores al respecto. Sin embargo, se debe considerar la noticia más relevante de la década. Por lo que es fundamental hacer evaluaciones sobre el impacto de lo que parece un colapso demográfico en marcha en Colombia, el cual tendría consecuencias profundas en el futuro de todos. Debido a que se espera que la transición demográfica tenga efectos sustanciales sobre la capacidad productiva de la economía, las finanzas públicas, y la demanda de bienes públicos, por lo que debe ser una preocupación central de la política pública.
