La COP16, unidad nacional

El tema del medio ambiente ha cobrado relevancia en este siglo, especialmente en el contexto de la crisis ecológica actual. A lo largo de la historia, han existido principios éticos y morales que pueden interpretarse como llamados a la responsabilidad ambiental. La forma en que tratamos el mundo natural puede reflejar nuestras creencias espirituales. Así, la promoción de la sostenibilidad está intrínsecamente ligada al bienestar de la humanidad y a la salud del planeta.

La “XVI Conferencia de las Partes” de la ONU sobre Diversidad Biológica (COP16), que comenzará el 21 de octubre en Cali, tiene como objetivo buscar acuerdos sobre la diversidad biológica. Este evento llega en un momento crucial para Colombia, ofreciendo varias ventajas tanto políticas como en desarrollo sostenible. No solo promueve la agenda ambiental del país, también sirve como plataforma para presentar sus políticas en conservación, sostenibilidad y lucha contra el cambio climático, priorizando la protección de su biodiversidad.

Colombia ha estado comprometida con discusiones internacionales sobre cambio climático, conservación de la biodiversidad y reducción de emisiones por deforestación. Se espera que el presidente Petro utilice esta conferencia para consolidar su agenda ambiental y establecer alianzas estratégicas para la conservación de la Amazonía, así como para impulsar políticas internas que reduzcan la deforestación y protejan áreas naturales.

Los retos que enfrenta el presidente son significativos. Es fundamental resaltar no solo la mitigación de gases de efecto invernadero,  también el cuidado de los bosques nativos y la necesidad de un compromiso internacional para abordar los cultivos ilícitos en el país. Se debe buscar alternativas económicas sostenibles que ayuden en la transición económica en la lucha contra el narcotráfico.

Además, es crucial “desnarcotizar” la COP16. La conferencia por parte del país  debe centrarse en la justicia social y ambiental, abordando las desigualdades que enfrentan las comunidades rurales y promoviendo su participación en alternativas sostenibles. Este enfoque puede llevar a un diálogo más efectivo en la promoción de la sostenibilidad ambiental.

Colombia debe manejar varios temas con cuidado en las negociaciones de la conferencia. Si se compromete a planes ambiciosos de reducción de emisiones o conservación sin obtener financiamiento adecuado, podría encontrarse en una posición complicada. Además, si el financiamiento ofrecido por países desarrollados viene con condiciones restrictivas, esto podría limitar la capacidad del país para implementar políticas climáticas efectivas, afectando su soberanía y desarrollo.

La unidad del país se pondrá a prueba durante este evento global. A pesar de las diferencias con el presidente Petro en otros temas, la crisis climática y las decisiones tomadas en la COP16 impactan a todos los colombianos. Es esencial que haya un consenso científico y un apoyo unificado de todas la fuerzas para mostrar el compromiso con los acuerdos, asegurando que la lucha por la sostenibilidad sea un asunto de Estado y no solo una política de un partido.

Para Cali, la COP16 es una oportunidad para revivir el fervor cívico que ha caracterizado a la ciudad. Al igual que los Juegos Panamericanos de 1971 transformaron su infraestructura y cultura cívica, la COP16 puede posicionarse como un modelo de sostenibilidad urbana, generar conciencia ambiental y fomentar una economía alineada con la conservación y el turismo sostenible. Esta conferencia podría marcar un punto de inflexión en la forma en que Colombia aborda sus desafíos ambientales y sociales.

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