SANTA MARTA CELEBRA 499 AÑOS BAJO LA SOMBRA DEL CRIMEN

El 29 de mayo de 2024, Caracol Radio lanzó una alarmante noticia: “Santa Marta es la tercera ciudad del Caribe con mayor número de homicidios en 2024”. En esa fecha, la ciudad registraba su asesinato número 65. Ese mismo día, La W Radio reforzó la preocupación al informar: “Santa Marta es la tercera capital de la región Caribe con el mayor número de homicidios”. Dos semanas más tarde, Blue Radio anunciaba con gravedad: “Santa Marta supera los 100 homicidios en lo que va de 2024”.

Hasta la prensa local, tradicionalmente afín a la Administración actual, reconoció la gravedad de la situación. El 28 de mayo de 2024, el portal Seguimiento.co reportó: “Aumentan los homicidios en Santa Marta: 63 casos en cuatro meses”. En febrero, Hoy Diario del Magdalena reveló: “Santa Marta, séptima con el mayor número de homicidios: Mindefensa”. En marzo, El Informador detalló que 16 personas fueron asesinadas a tiros. Santa Marta se ha convertido en el epicentro de muertes violentas y actos de sicariato en la región, evidenciando una escalada sin precedentes en la criminalidad.

La situación en la ciudad más antigua de Colombia es alarmante. Se percibe una ingobernabilidad creciente, con la criminalidad y el hampa reinando, y una administración ilegítima que, en su afán de pagar favores a sus aliados y financiadores, otorga contratos jugosos sin reparo. La ciudad enfrenta problemas de abastecimiento de agua, altas tarifas de energía, una baja cultura ciudadana y un Concejo Distrital mediocre y sensacionalista.

Además, los entes de control parecen hacer la vista gorda, dedicándose a desprestigiar al líder principal de Fuerza Ciudadana. Se enfocan en levantar investigaciones para doblegar su moral y la de la organización política de izquierda progresista, que, a pesar de las dificultades, se mantiene firme en defensa de la ciudad y de la honra pública, clamando al Gobierno Nacional y a las demás instituciones del Estado colombiano para que no dejen a la ciudad a merced de una administración espúrea y derrochadora.

En esta época, Santa Marta celebra su cumpleaños número 499, pero tristemente, estas son de las peores celebraciones en su historia. La corrupción y el crimen organizado imperan en la ciudad, con el desorden y el caos en las vías principales como el pan de cada día. La otrora Perla del Caribe se encuentra en una encrucijada, y solo Dios sabe qué futuro le espera. El plan Santa Marta 2025, que prometía una ciudad transformada y el destino preferido por todos los colombianos y ciudadanos del mundo al cumplir sus 500 años, ha sido destrozado por unos pocos. Así, se han arruinado los sueños de miles de ciudadanos que anhelaban el Buen Vivir en su amada ciudad, dejando a Santa Marta sumida en una desesperanza profunda y sin rumbo claro.

PS 1: El Concejo de Santa Marta, aprovechando las festividades de la ciudad, pretende aprobar un endeudamiento de 407 mil millones de pesos sin especificar su destino. Mientras tanto, cientos de familias de los barrios periféricos sufren la falta de agua y enfrentan el hambre. Además, miles de niños y niñas de las Instituciones Educativas Aluna y Quinto Centenario han tenido dificultades para iniciar sus clases de manera regular.

PS 2: Mientras la ciudad se ahoga en el infierno de la creciente criminalidad y corrupción, la justicia lleva siete meses sin pronunciarse sobre el descarado robo de la alcaldía a la Organización Política Fuerza Ciudadana en las elecciones del 29 de octubre de 2023.

PS 3: Alexander Vega y Clara Luz Roldán, líderes del Partido de la U, han decidido formar parte de la coalición de derecha, integrada por el Partido Conservador, una facción del liberalismo y el Partido de la U. Esta coalición buscará presentar un candidato único para las elecciones presidenciales de 2026. El progresismo en Colombia debe apresurarse y considerar una figura presidencial, como Carlos Caicedo, el único hombre del Caribe con características presidenciables y con logros y resultados que mostrar.

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