Siguiendo los pasos de Chávez

En el año 2006, el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, quien ocasionaría la mayor crisis migratoria recordada en América Latina, cazaba una pelea diplomática con su homóloga norteamericano George W Bush, Chávez tildaba a Bush de ser el diablo e incluso en una sesión de la asamblea anual de la ONU mencionaba que olía azufre luego de que George W Bush se bajara del estrado. 

Chávez hablaba de la estrategia imperialista de los Estados Unidos, el comandante de los venezolanos llamaba al imperio una amenaza la supervivencia humana, y bajo ese discurso llevo a la ruina a su pueblo. Petro gobierna bajo el discurso populista y de lucha de clases, marcando diferencialmente a la mayoria del pais que es pobre sobre quienes son de clase media en adelante.

Petro le dice a Trump que no recibirá vuelos de migrantes bajo las condiciones que los americanos expulsan de su país a quienes ilegalmente desean permanecer en la potencia mundial número 1. Para Petro las medidas que los gringos toman al expulsar a los migrantes ilegales, en las que aparecen esposados son denigrantes, y en eso podemos estar de acuerdo. En lo que seguramente nunca estaremos de acuerdo con Gustavo, es en las razones que llevan a miles de colombianos a emigrar de su país en épocas del cambio, épocas en las que las empresas son golpeadas con medidas populares y en la que se tiene un gobierno derrochón con un alto gasto estatal. Juega Petro con el presupuesto de la nación a su antojo, en donde n ohay dinero para las grandes obras que necesita el país pero si para traer migrantes ilegales en cruceros o vuelos pagados por nuestros impuestos.

La estrategia de quienes siempre criticaron los círculos de poder, pero que siempre lo anhelaron es criticar y fijar enemigos que se hagan comunes. Finalmente es buscar una causa que aglutine el sentimiento de una nación, Petro no une, divide, y eso es mucho que decir, le falta quizás la disciplina de Chávez con la que acabó con Venezuela y le dejó de herencia a un chofer del metro de Caracas como presidente, quien aliado con carteles de la droga sigue con un régimen de poder pese haber sido derrotado en las elecciones del 28 de julio. 

Petro mantiene el estilo autoritario y egocéntrico que ejercía Chávez, gusta de hablar en plaza pública y siempre coordinar marchas incluse en contra del gobierno, gobierno que el mismo dirige. Algo que marca su estilo de gobernante ególatra y prepotente. Petro es fiel a su amigo Chávez, a quien alguna vez considero un líder mundial, en eso estamos de acuerdo, hay lideres positivos como Barack Obama y lideres negativos como el de Chávez, Petro, Caicedo y otros tantos de esa izquierda resentida que siente que el poder es para llenarse los bolsillos.

Chávez le dejó a Venezuela de heredero a un chofer de metro, Petro querrá dejar de herencia a un libretista de narconovelas, o al menos ese pareciera ser su heredero político a día de hoy, eso sino surten los tramites los lacayos de Gustavo y pretenden reformar nuevamente la constitución para dejar a Petro eternamente en la presidencia, algo que siempre negó pero que casualmente gusta mucho a quienes prueban las mieles del poder y no pretenden dejar de endulzar sus labios con las mieles del triunfo.

Hoy Colombia parece seguir los pasos de Venezuela, un presidente que se encierra cada vez más en su círculo cercano y que gobierna por medio de las redes sociales, toma decisiones que afectan al de a pie que ve como le cancelan la cita para solicitar la visa, todo porque el tipo quiere seguir los pasos de Chávez, buscar en Trump un enemigo para rescatar su horrible gobierno que tiene a los colombianos esperando que sean las elecciones de 2026 para que cese esta horrible noche de este nefasto gobierno.

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