Ha pasado una semana desde que se dio la declaratoria de alcalde de Carlos Pinedo, lo que pone fin a doce años del caicedismo en la alcaldía de Santa Marta, doce años en el poder de un clan que venden un discurso verborreico y que poco le dejó a la ciudad. Sin embargo, para muchos ha sido extraño que Caicedo no se haya pronunciado aún. Y eso implica que algo malo debe estar tramando para los intereses de la ciudad, son capaces de ver arder la ciudad bloqueando vías y tirando piedras, total, no es fácil entregar el poder en la forma que lo hacen.
La estrategia de montar a la hermana como candidata no les salió, y lo que más le debe estar doliendo al emperador es la forma en que perdió la alcaldia, por W. Porque incluso al tener la foto de una persona en el tarjetón, esta persona nunca debió estar y para le ley nunca estuvo. Eso fue lo que le dijo la magistrada del tribunal que revocó la medida del juez amigo del cambio que con leguleyadas había impuesto la Registraduría una inscripción extemporánea de alguien al que no se le violó ningún derecho.
Al caerse la candidatura de Agudelo a Caicedo por parte de la magistrada del tribunal, quedaron locos en el movimiento naranja, como han quedado todo este tiempo desde que inscribieron a quien no podían inscribir, y luego fue una cadena de errores de parte del emperador, siempre confiando en el ego y que con plata y poder todo se puede. Hasta que encontró a quienes no pudo torcer.
Hoy después de muchas reuniones entre lo que llaman el conclave caicedista, tienen a los contratistas colgando videos de personas que votaron por quien no se podía haber votado, pero que un juez amigo ocasionó un desastre jurídico y político. La idea es hacerle ver al mundo que 85 mil personas no saben dónde está su voto, yo si se dónde están, en los votos que nunca debieron estar. Y en ese afán los tienen con un reloj contando las horas para que el líder supremo del movimiento aparezca con una declaración que no se le ha escuchado, ha de estar preparando una contraofensiva certera para ellos, o eso les hacen creer, y convencen de montar un tic tac, tic tac. Porque esperan que Carlos Pinedo no se posesione, o eso le hacen creer a los que ven como se esfuma el contrato al que los tenía amarrados durante años, y que se renovaba de acuerdo con el apoyo al movimiento.
Tic tac, tic tac, que llegue el primero de enero de 2024 y que amanezca Santa Marta con un color azul y blanco, al fin de cuentas el poder no lo perdieron, lo entregaron el día que decidieron colocar a quien no podía ser candidata, ahí radica el problema que muchos en el movimiento naranja entienden, otros como Jorge Agudelo hacen un Juan Guaido, declarándose alcalde pero de la ciudad de hierro o de diverctity, porque ante la ley que es lo que importa, hoy no tienen el poder para seguir haciendo de las suyas en la ciudad. Todo culpa de ellos, y eso un reloj se los encargara de recordar cuando sienten que a pocos días están por salir de la alcaldia que es su fortín político más grande, ya solo quedara comportarse como los clanes de antes en la gobernación para tratar de retener algo de poder y seguir pavimentado el sueño del líder emperador de llegar a la presidencia de Colombia.