Un río de sueños

El rio magdalena es uno de los ríos más importante de Colombia, que atraviesa 11 departamentos, como lo son Magdalena, Atlántico, Bolívar, Cesar, Antioquia, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Caldas, Tolima y Hulia, un rio que solo es navegable desde Honda. Un rio que permitió la transformación y población de muchos lugares en Colombia, escenario de historias mágicas como las historias de los bogas.

En este departamento, que comparte nombre con el rio, tenemos muchos pueblos que se crearon y sostiene gracias a su paso, pero también como toda historia macondina –toda nuestra historia colombiana- así como este rio por años significo progreso y desarrollo hoy nos amenaza con llevar se los sueños y así convertirse en un rio de sueños.

Un rio de sueños no por el romanticismo de tirar botellas con nuestros sueños y anhelos dentro sino porque cuando el rio crece se llevado todo, hunde la tierra, que lleva la alegría, el trabajo y el sustento de muchos campesinos. Gracias a la erosión costera hemos dejado de ver al rio como el transportador de magia y desarrollo, para verlo como una amenaza latente de destrucción. Una amenaza se supera el imaginario colectivo y nos demuestra con hechos el poder que posee para llevar se nuestros sueños.

En el 2019 la época de lluvia llego para recordarnos la importante que es dejar de hablar he iniciar a tomar acciones afirmativas de transformación, pues la erosión costera amenaza con llevar se todo, la tierra, el ganado, las cosechas y hasta a la gente, ¿será que es posible hacer de Salamina un pueblo flotante en el Rio Magdalena o se convertirá en nuestra Atlantis caribeña? No es exagerado, se lo aseguro en el 2011 el rio magdalena demostró que tenía poder y mucho, porque logro llevar se todo, todo lo que a muchos campesinos y habitantes de la zona les costó meses construir y sembrar.

Es momento de reflexionar sobre la carga de realismo mágico en nuestra historia, el realismo mágico no debe ser la excusa para ignorar o desconocer realidades como la de municipios como Salamia, la erosión costera es real, palpable y devastadora para las personas que viven día a día con la intriga de como será la temporada de lluvia este año, en un departamento donde no tenemos acciones reales para la mitigación de las consecuencias del cambio climático ni aportamos de forma significativa el desarrollo sostenible ni al ambiente en busca de un equilibrio de existencia, entre nuestra gente y nuestro mágico rio magdalena.

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