La política es el arte de romper las reglas, el arte de romper principios, pero sobre todo de saber rodearse de quienes pueden ayudar a gestionar un congreso ansioso de mermelada como lo es el congreso de Colombia. Donde no importa identidad política, colores, banderas, ni mucho menos partidos políticos, siempre que existan puestos, poder y contratos. Y eso lo maneja muy bien Armando Benedetti, un político que fue aliado de Alvaro Uribe, Juan Manuel Santos y hoy día es la ficha clave del Petrismo para pasar por una tubería sus reformas.
A Benedetti al inicio de este gobierno, le dieron un puesto que quizás no iba acorde con sus facultades, el Petro con principios aun, decidió enviar un poco lejos a quien lo ayudó a ganar las elecciones presidenciales y quien según sus propias palabras en una noche de copas y mucho “fua” logró gestionar 15 mil millones de pesos que nunca aparecieron reportados en campaña, pero que todos presumimos que estuvieron presentes para el derroche de dinero y excentricidades del entonces candidato Gustavo Petro. El presidente Petro, decidió que el cargo acorde a Armando Benedetti era la embajada de Venezuela y restablecer con su amigo Nicolas Maduro las relaciones rotas durante los 4 años del DJ Duque.
Sin embargo, Armando siempre reclamaba que debía estar más cerca del poder, y eso era necesario para un tipo que se sabe mover como ratas en alcantarillas, un tipo que sabe gestionar y ganar mayorías. Vino en ese entonces la famosa pelea con la “coya” Laura Sarabia, la persona que muchos petristas considera persona vitamina de Petro, una asistente de unidad legislativa de Armando Benedetti, recomendada por el propio Armandito para ser la asistente personal de Petro, y a causa de esa pelea, Petro decidía en ese momento echar a los dos susodichos de su gobierno. Para luego del escandalo, como todo politico habilidos rescatralos y trarelos nuevamente a su regazo. Muchos secretos hay entre esos dos oscuros personajes, para que Petro se atreva a nombrar a una desconocida y sin conocimiento en relaciones internacionales como canciller del país.
La reforma a la salud no venía con los mejores precedentes en el congreso, en donde ya había sido hundida un año antes la corcho salud, sin embargo, el encargo para Benedetti era pan comido, alinear a los políticos de siempre como ratas de alcantarilla tras el flautista de hamelin para votar lo que muchos sectores médicos y privados consideran un adefesio de reforma, la cual el entrega poderes a alcaldes y gobernadores y deja la salud en manos del sector público dando incentivos a las llamadas EPS que pasarían a convertirse en gestoras de salud, con menos responsabilidad pero con muchos beneficios.
De los petristas ya no podemos decir que tragan sapos, hoy los defienden, defienden que era necesario tener a Armando Benedetti en el gobierno, gestionando de una manera organizada el congreso, un tipo que se sabe mover en el poder y en las tuberías más sucias, un político de esos de los antes que ha sido redimido por el propio Petro a capa y espada, defendiendolo como drogadicto y alcohólico que es, diciendo que merece una segunda oportunidad, siendo Petro de llevarlo a su altar de mano derecha para que Armando le ayude a gestionar el poder que no supo gobernar durante dos años y medios, pero que encontró en el man que necesitaba la ayuda para echar a andar reformas que parecen dañinas a todos, total a políticos como los conservadores, liberales o de la U, no les importa quien gobierne siempre que tengan a un man con Armando que les ayude a lo que nece$iten.