Recién, Gustavo Petro ganó las elecciones presidenciales en el año 2022 se conocieron de las visitas del hermano de Petro a las cárceles buscando apoyo entre los bandidos para iniciar un nuevo proceso de negociación con estos grupos armados. Petro, le llamaba perdón social a los para políticos y un nuevo proceso llamado paz total para erradicar el conflicto de más de 50 años de Colombia.
De esa idea de Petro se gestaron ceses al fuego con los bandidos que hoy ejercen control sobre gran parte del territorio colombiano, no podemos olvidar hace un par de años, durante el gobierno del aprendiz Iván Duque en Córdoba, el clan del golfo obligaba a parar a la población, muchos municipios se convertían en territorios fantasmas en donde imperaba la ley del silencio de los fusiles de estos actores armados. Caso similar estamos viviendo hoy en Santa Marta, en donde los mismos actores armados que han sido reyes, amos y señores de la sierra nevada obligan a parar el tránsito y el comercio desde el 11 de noviembre hasta las estribaciones de la sierra, en Guachaca.
Los llamados ceses al fuego de Petro como los que han hecho gobiernos anteriores han servido para amainar la moral en las FFMM y permitir el crecimiento exponencial del dominio de grupos armados en el territorio nacional. Sirven estos ceses al fuego para burlarse en la cara del presidente de turno y que estas organizaciones crezcan en presencia y capacidad en su accionar delictivo.
En el Cauca, las disidencias de Iván Mordisco, el mismo que Iván Duque había matado en sus sueños, está mostrándole los dientes a Petro, obligándolo a ir a una mesa de negociación bajo el amparo de la llamada paz total, el disidente de las extintas FARC le hace mordiscos a la paz total de Petro y se la devora con los atentados a la fuerza pública y población civil que incluye el uso de drones armados con granadas y explosivos y en el valle del cauca con motos bomba asesinan a personas desprevenidas que están en medio de esta escalada terrorista.
En Santa Marta, los actores armados por fuera de la ley que son amos y señores de la sierra nevada logran paralizar la ciudad durante días, impiden que el comercio labore y cierran una carretera nacional como lo es la que va a la Guajira. De esto, mediante el dialogo se logró levantar dicho paro. Un evento que mostró lo pequeño que son los dirigentes del Magdalena, en donde ni siquiera un acto tan vil y cruel como el terrorismo por medio de audios que impedían el libre ejercicio del comercio, logró unir al gobernador con el alcalde de Santa Marta, todo por las disputas políticas entre los de antes y los de ahora, entre los naranjas y las familias tradicionales de la ciudad. Actos que no le dejan nada bueno a la ciudad y menos a la población.
Petro seguirá empecinado en su famosa paz total, gobernando un país desde las redes sociales y viajando al mejor estilo de Héctor Mora y su programa el mundo al vuelo, tanto que criticaban a Duque por sus millas y Petro viaja más que su antecesor el aprendiz, con comitiva a bordo y siempre con su fiel escudera Laura Sarabia. La paz total se va a mordiscos porque demostrado está que estos actores armados siempre fingen para rearmarse como lo vienen haciendo y ganar terreno ante un gobierno blando con los bandidos y duro con la clase media.
Perlas
Hoy los petristas hacen feria con la condena de Rodolfo Hernández por corrupción, algo que muchos entendíamos cuando la revista de Victoria Eugenia lograba inflarlo como candidato, “El viejito” como le llamaban no quiso ganar la presidencia por su falta de tacto político, ese que Petro si tuvo uniendo políticos de la talla de Roy Barreras, Armando Benedetti, Carlos Trujillo del partico conservador y otra cantidad de políticos cuestionados. Colombia en ese entonces quedó entre una difícil decisión, elegir entre pisar heces de perro seca o heces de perro aguaa. De cualquier forma, la íbamos a embarrar.