Las noticias de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas se han vuelto tan frecuentes que están comenzando a ser parte del paisaje de noticias violentas con las que a diario nos topamos en medios de comunicación y redes sociales. Es muy grave que mientras más casos ocurren, menos nos importan.
Al iniciar mi ejercicio como Diputada del Atlántico en enero, una de las primeras proposiciones que presenté fue la citación a los secretarios del Interior, Mujer y Capital Social para que explicaran cómo está funcionando la red departamental de comisarías de familia y su incidencia en la atención y protección a las víctimas de violencia en el contexto familiar. Esta red fue creada mediante Ordenanza 0530 de 2021 y hoy no se ven resultados de su operación, por lo que sigo esperando la asignación de la fecha para ese debate en la Duma con los funcionarios mencionados.
Las cifras del más reciente Observatorio de Violencia contra las Mujeres en el Atlántico, especialmente en los municipios, son preocupantes. El año pasado, de las 44 mujeres asesinadas, 3 fueron feminicidios. Este año, hasta el 31 de mayo, ya van 6 mujeres que perdieron la vida porque sus victimarios consideraron que, por ser mujeres, debían morir. Soledad, con 3 feminicidios, Sabanagrande, Usiacurí y Barranquilla con 1 cada uno, muestran que, sin completar la mitad del año, ya se ha doblado la cifra del año anterior y la mayoría de los casos están por fuera de la capital del Atlántico.
Soy consciente de que se necesitan recursos y es imperativo fortalecer las comisarías de familia en el Departamento del Atlántico, asegurando un acceso más amplio y especializado a la justicia para prevenir y reparar casos de violencia intrafamiliar y de género. En este aspecto, la administración departamental puede aportar de manera importante en esta lucha diaria que tenemos como sociedad, que es erradicar la violencia de género. En concordancia con lo anterior, presenté a consideración de la Asamblea el proyecto de Ordenanza con el cual se adopta la «Estampilla para la Justicia Familiar», lo que considero un paso importante para avanzar en la dirección correcta.