Finaliza el 2023 y con él se va el periodo de los gobernantes actuales, un periodo para muchos muy difícil con pandemia incluida, 4 años que se les pasaron volando a algunos y no se vieron resultados, como malos estudiantes al final del periodo trataron de salvar el año, caso de Santa Marta y el departamento del Magdalena con la inauguración acelerada de obras en época electoral, algo que agrada en las huestes naranjas, calculan todo milimétricamente para hacer campaña en época electoral con las obras.
Se van los alcaldes y gobernadores, y de paso le dejan al pueblo algunos regalitos para que no los olviden. En Barranquilla, el puma se va dejándonos con la autenticación del concejo de Barranquilla que funciona como una notaría para los gobiernos de los char, el aumento de las tarifas de alumbrado público. Estas aumentaran a partir del 2024 de la siguiente forma, para el estrato 3 se pasará de pagar $11.027 a $13.178 (19.49%): el estrato 4 de $26.720 a $34.357 (28.56%); el estrato 5 de $40.291 a $49.889 (23.83%) y el estrato 6 de $67.011 a $84.246 (25.76%). Para el sector comercial los incrementos son los siguientes: de cero a 2.000 kilovatios hora (kwh) mes un 24.86 %, pasando de $47.501 a $59.302; más de 100.001 kwh, el aumento será de 25.39 %, pagando $591.829. Se va el Puma, como el mejor gobernante del país según la popularidad que miden las encuestas, se va con ese regalo navideño para todos.
En Santa Marta, la alcaldesa que fue un accidente de la democracia se va dejándonos con una de las tarifas de taxi más costosa del país, los incrementos de Virna para favorecer a un sector muy querido en el movimiento fuerza ciudadana se oficializa como la carrera mínima termina siendo más costosa que la de Medellín, con la diferencia de que en Santa Marta tenemos distancias más cortas y un servicio más malo, los gobiernos de Caicedo nunca permitieron el ingreso de las plataformas digitales en la ciudad.
En el departamento de Bolívar, la Asamblea acaba de aprobar una ordenanza con la que se pretende cobrar un impuesto de seguridad y convivencia a través de la factura de energía. La decisión generó polémica en las redes sociales. El dinero se recogerá a partir del estrato tres en todos los municipios del departamento, aunque estarán exentas instituciones oficiales de educación, hospitales y establecimientos comerciales con un consumo menor a 2.000 KWH.
Se van los gobernantes actuales, se van y dejan regalitos de navidad. Esos que tendremos que pagar en el 2024 los costeños, con una tarifa de energía por las nubes, con carreras de taxi más costosas en una ciudad que no crece aun después de 500 años, y se van muchos con más penas que glorias.