Resumen
Las relaciones internacionales se encuentran en constante transformación, la Diplomacia convencional y sus reglas básicas del Derecho Internacional Público son improcedentes dados los momentos de innovación globales. Un nuevo modelo es la Diplomacia de los Pueblos, el cual durante varios años ha estado en construcción para constituirse en un sistema influyente entre los Estados, los Organismos Internacionales y los Movimientos Sociales globales deconstruyendo las viejas nociones de la Diplomacia Clásica.
La Diplomacia de los Pueblos, es un paradigma que surge en Latinoamérica a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI como respuesta a los procesos sociales y políticos que perseguían la transformación de los estados, este tipo de diplomacia se enmarca en el Buen Vivir que dentro de la cosmovisión originaria, es un modelo que expresa el equilibrio entre el ser humano y su entorno, la satisfacción de necesidades, buscando una relación socio-económica, sostenible, contraria al capitalismo destructor, entendiendo de que todo lo que existe es parte del equilibrio y la armonía con la vida.
La Diplomacia de los Pueblos se traduce como un modo alterno de relaciones internacionales donde predomina el intercambio entre diversos sectores, y que apunta hacia la superación del arcaico estado-nación, y se impulsa a la construcción de otro tipo de integración, más alineada con las sociedades.
Uno de los componentes de la política exterior boliviana es la “Diplomacia de los pueblos”, que busca dar cobertura a las instituciones de la sociedad civil para debatir los problemas globales y las alternativas de solución, busca promover la escucha, el diálogo y el trabajo para todos y no solo para algunos sectores o países, anteponiendo los intereses de la humanidad y las Naciones, además busca incorporar como valores la solidaridad, la complementariedad, la igualdad y la reciprocidad.
La Diplomacia de los Pueblos se instituye como instrumento de control social de la propia diplomacia oficial.
Palabras Clave: Buen Vivir, Diplomacia de los Pueblos, relaciones internacionales, integración, política exterior.
Introducción:
Varios países latinoamericanos, durante finales del siglo XX atravesaron cambios importantes respecto a la puesta en marcha de sus políticas neoliberales, generando mayores índices de pobreza y exclusión de diversos sectores de la sociedad civil.
Desde la perspectiva mundial, el Consenso de Washington estaba implementado una serie de medidas económicas, lo que generaría una posterior repercusión en la influencia de América del Norte sobre América del Sur.
En la esfera cultural se intentó producir una homogenización cultural y desaparecer diferencias, ancestralidades, y toda la diversidad que caracterizaba la región latinoamericana, y del Sur en general.
La propuesta de Diplomacia de los Pueblos encuentra su origen en la diplomacia indígena, que no es más que la forma originaria de relacionamiento de los pueblos originarios entre ellos y con otros, sin embargo, la Diplomacia de los Pueblos es mucho más amplia pues recoge no sólo el conocimiento y las prácticas de la diplomacia indígena, sino que incorpora experiencias de sectores campesinos, populares y mestizos urbanos (TICONA, 2006).
Desde el mundo indígena, y particularmente desde Bolivia en su actual proceso de transformación del Estado, se fundamenta a partir del rescate de sus prácticas ancestrales: “Como representantes de pueblos y culturas ancestrales, sobrevivientes de una Cultura de la Vida según la cual nos hemos regido durante milenios, este gobierno está asumiendo con la mayor responsabilidad volver a fortalecer este legado de nuestros abuelos y ancestros, generando propuestas alternativas que recojan nuestras raíces e identidad, que nacen y crecen desde las comunidades en plena soberanía” (TICONA, 2006, p. 11)
Esta propuesta surge en el contexto de los procesos de transformación que se están dando a comienzos del siglo XXI en América Latina, y que persiguen reinventar un nuevo tipo de relación entre el Estado y su sociedad.
Se trata de:
redefinir la noción de política, imprimiéndole un carácter público, tornándola un espacio de acumulación de fuerzas sociales, culturales y directamente políticas, quebrando la dualidad Estado/sociedad civil que pertenece al universo liberal y choca directamente con la socialización de la política y el poder, objetivos fundamentales en la emancipación de los hombres (SADER, 2006, p. 9).
Uno de los cuestionamientos centrales a las teorías tradicionales de las Relaciones Internacionales es que estas se fundamentan en el Estado y el paradigma de la representatividad. La Diplomacia de los Pueblos intenta ir más allá de las relaciones entre los Estados, busca que las relaciones internacionales estén entrelazadas mediante sus representantes sociales y civiles, como las organizaciones sociales, los movimientos sociales progresistas, bajo otros principios de relación internacional, de integración, más horizontales entre los pueblos del mundo (TICONA, 2006, p. 5).
La Diplomacia de los Pueblos no pretende sustituir a la diplomacia tradicional adelantada por los Estados y gobiernos, sino más bien complementarlas al trabajar de manera paralela con esta para así profundizar por caminos más directos, a los de las burocracias oficiales, a la integración cultural, económica, social y política de los pueblos del sur (CONSTANT, 2007, p. 52).
La diplomacia de los Pueblos entonces, se puede definir como relacionamiento y la conciliación de intereses entre sujetos diversos, donde la conducción de las relaciones no es exclusiva de centro de poder alguno, ni del Estado, sino que por el contrario le da preeminencia al intercambio social, cultural, político, económico y de múltiples ámbitos entre pueblos, comunidades, movimientos sociales y cualquier otra forma de organización o sujeto colectivo, donde prevalecen los intereses populares, en cuanto al intercambio, al relacionamiento, a la comunicación y a la unión de los involucrados.
La Diplomacia de los Pueblos forma parte del pensamiento descolonial y es una propuesta descolonizadora de las relaciones internacionales en América Latina.
La Diplomacia de los pueblos en primer lugar, plantea la transformación del estado, a partir de procesos constituyentes, la Constitución de Bolivia lo consagra como parte de los fines y funciones esenciales del estado al comprometerse a “constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las identidades plurinacionales” (Artículo 9).
En segundo lugar, la Diplomacia de los Pueblos como concepto, que propone un nuevo tipo de relaciones internacionales, no centradas en la acción del estado-nación, en clave descolonial recoge las influencias de la diplomacia indígena y la llamada diplomacia del Tawantisuyo, a partir de la tradición de relacionamiento entre los pueblos y comunidades indígenas que no pasan por la mediación del estado.
En tercer lugar el Buen Vivir, como principio orientador de estos procesos de transformación, y que como concepto surge dentro de ciertas comunidades indígenas en procesos de resistencia y autonomía, que luego es sintetizado por una intelectualidad indígena, en el contexto de un movimiento social en auge y con propuestas vanguardistas, retomada por las corrientes de pensamiento alternativo, en el debate sobre modelo económico y desarrollo, en el caso ecuatoriano, y de modelo político, en el caso boliviano, y finalmente reelaborada en los procesos constituyentes en 2008 y 200917. (DIAZ, 2012, p. 6)
La teoría tradicional de las Relaciones Internacionales aún hoy en día está fundamentada sobre la base del estado-nación como actor central en el ámbito internacional. Sin embargo, ya hace algún tiempo, se plantean cuestionamientos a este paradigma estado céntrico desde la propia disciplina.
La Diplomacia de los Pueblos según Bansart:
“significa el intercambio entre comunidades de base, formadas por dos o más territorios: intercambio de preocupaciones, análisis y experiencias […] De este modo la Diplomacia de los Pueblos es muy diferente de la Diplomacia de los Estados sin, por eso, entrar en conflicto con ésta. Responde a un derecho de visibilidad y consiste en una actuación directa, activa, flexible, adaptable a todas las circunstancias. Está lejos de la diplomacia de los negocios; se trata de una diplomacia de la dignidad”. (BANSART, 2008, p. 33).
Con esta nueva diplomacia no se pretende sustituir a la diplomacia tradicional adelantada por los estados y gobiernos, sino más bien complementarla al trabajar de manera paralela con ésta para así profundizar por caminos más directos y alternos, a los de las burocracias oficiales, a la integración cultural, económica, social y política de los pueblos del sur.
El concepto ha sido enarbolado por el primer presidente indígena de Bolivia, Evo Morales, que en representación de los pueblos y naciones indígenas ha propuesto la transformación de ese estado sobre la base de la plurinacionalidad.
La Diplomacia de los Pueblos encuentra sus orígenes en la llamada Diplomacia Indígena, que ha sido el intercambio desplegado por los pueblos indígenas en el ámbito local, estatal y regional orientado hacia una incidencia en el ámbito internacional, y precisamente a partir de su actuación internacional los pueblos indígenas han logrado la adquisición de derecho, por la vía de los derechos humanos, antes de alcanzar reconocimientos por parte de los estados. (PONTE, 2004)
La Diplomacia de los Pueblos puede manifestarse de maneras muy diversas, sin embargo, en la práctica se distinguen algunas variantes que proponemos agrupar en dos categorías, por un lado está el intercambio realizado de manera autónoma por sectores sociales, y sin ningún tipo de intervención por parte del estado. Por otro lado, se presenta el intercambio con apoyo o intervención de la institucionalidad estatal en cualquiera de sus niveles, y que en cierta medida está aparejada con la diplomacia formal que se practica entre los estados.
La Diplomacia de los Pueblos propiamente dicha, que se da en la práctica sin intervención alguna por parte de autoridades estatales puede darse entre diversos grupos sociales. El primero de ellos es el intercambio entre distintos pueblos o naciones, reconocidos o no como tales por la legislación interna o internacional, y que se encuentran ubicados dentro de las fronteras de un estado determinado, por lo que finalmente termina siendo, según el ordenamiento internacional, un tipo de intercambio interno de un país y no afecta, en estricto sentido, el ámbito de las relaciones internacionales. Es un caso reiterado en los países latinoamericanos, donde conviven a lo interno de las fronteras de cada. Un segundo tipo sería el intercambio entre distintos pueblos o naciones separados por las fronteras de los Estados. Puede tratarse de un mismo pueblo o de dos o más pueblos distintos que, al haber sido separados por las fronteras de los países, estos terminaron por otorgarle la nacionalidad formal de dos o más diferentes países producto de los procesos de colonización e independencia posterior.
La segunda categoría es el intercambio o Diplomacia de los Pueblos con apoyo o intervención de la autoridad estatal. El primero de estos casos es el intercambio entre pueblos con la intervención o el posterior reconocimiento de gobiernos locales o regionales de localidades o regiones ubicadas dentro de fronteras nacionales distintas, denominado por algunos expertos: paradiplomacia.
La otra faceta de la Diplomacia de los Pueblos con intervención estatal es el intercambio potenciado por los gobiernos nacionales de los países, a través de sus funcionarios e instituciones diplomáticas formales. La promoción de la hoja de coca como instrumento de relacionamiento por parte del actual. (DÍAZ, 2013).
La diplomacia boliviana apuesta a la multipolaridad emergente y busca ser un jugador relevante, procurando fortalecerse de cara a las tensiones crecientes que hay a nivel regional e internacional. A su vez, asume un rol en la esfera internacional que hasta ahora no había jugado, venciendo a su condición de mediterraneidad, liderando nuevas dinámicas en las relaciones extrarregionales y manteniendo la apuesta regional.
Conclusiones:
El concepto de diplomacia de los pueblos tiene muchas potencialidades, pero al mismo tiempo puede representar una amenaza para los cambios profundos de la diplomacia considerada estrictamente, vinculado al Estado clásico. La principal potencialidad es el hecho de que, al convertirse en un concepto muy utilizado, ha hecho que parte de la ciudadanía latinoamericana y boliviana en particular, donde se cuestione la centralidad del Estado y sus diferentes reparticiones, como los actores únicos diplomáticos, y únicos representantes de los intereses de los actores sociales de un Estado.
La Diplomacia de los Pueblos deconstruye el pensamiento sobre diplomacia occidental, ya que esta se caracteriza por ejercer presión con intereses propios. Sin embargo, la diplomacia de los pueblos ejerce oposición cuestionando y rechazando las políticas que afectan a los pueblos del mundo como el imperialismo, colonialismo, neo colonialismo, terrorismo financiero y violación de derechos humanos. Ejercen la Diplomacia de los Pueblos los movimientos sociales mundiales, que comparten el mismo sentimiento de rechazo a las malas prácticas políticas internacionales de su propio o de otro gobierno y que comparten a su vez el mismo sentimiento de reivindicaciones sociales internacionales históricas de los pueblos del mundo.
Bibliografía:
- ACADEMIA DIPLOMÁTICA PLURINACIONAL-MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. (2009). El Akhulli. La hoja de coca en las relaciones y la diplomacia de los pueblos. La Paz.
- MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. (2009). El Apthapi. El banquete indígena en las relaciones y la diplomacia de los pueblos. La Paz.
- BANSART ANDRÉS. (2008) Una sola posibilidad de integración: La Diplomacia de los pueblos. Instituto de altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual. Caracas, p. 33.
- CONSTANT, HÉCTOR (2007) Fundamentos filosóficos de la nueva integración del Sur. Instituto de Altos estudios Diplomáticos Pedro Gual. Caracas, p.8.
- DIAZ, KARLA. (2013). Diplomacia de los pueblos, propuesta contrahegemónica en las Relaciones Internacionales.
- DIAZ, KARLA. (2012). La Diplomacia de los pueblos, relaciones internacionales alternativas desde el Sur.
- PONTE, MARÍA. Los pueblos indígenas ante el derecho internacional.
- SADER, EMIR. El lento y forme despuntar del ALBA. Le Monde Diplomatique. Buenos Aires.
- SADER, EMIR. (2006). Hegemonía y contra Hegemonía para otro mundo posible.
- TAPIA, LUIS (2008). Política salvaje. La Paz. Clacso.