La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres sino inexorable decreto del destino”.
Simón Bolívar
Varias de las ideas actuales sobre unidad e integración fueron trazadas gracias al pensamiento del Libertador Simón Bolívar, su movimiento más que todo se instauró con el fin de lograr una integración regional entre algunos países de América del Sur, primeramente, sus ideas se materializaron en un proyecto de confederación, iniciativa que promovió el Congreso Anfictiónico de Panamá, que tenía el fin de afianzar la independencia, la seguridad interna y la no intervención, la igualdad jurídica entre todas las naciones y la reforma social basada en la libertad y la paz.
Existe una larga historia sobre integración regional en las últimas décadas, se puedan nombrar ciertas experiencias innegablemente efectivas, por lo cual la integración se ha caracterizado por su dinamismo y por su revalorización como uno de los ejes centrales de la política de desarrollo de los países de América Latina.
Durante el siglo XXI en América Latina se han desarrollado diversos acontecimientos mundiales y regionales que han reformado la conducta de algunos actores locales, especialmente en materia de integración regional. La conclusión de la etapa neoliberal dio comienzo a un nuevo período de regionalismo, representado por la importancia que sus líderes le han dado a la agenda política por sobre la económica. Los procesos de integración tienen una importancia sustancial a la hora de buscar una “visión compartida” sobre el modelo de integración que se quiere alcanzar a nivel mundial y local, por lo cual es necesario fortalecer los procesos para estimular el progreso.
Gracias a la globalización resulta más difícil mantener o alcanzar niveles adecuados de crecimiento, principalmente en países con estructuras económicas desconfiguradas y alta fragilidad externa. Sin embargo, algunos logran mayores avances que otros en ese desafío.
Los numerosos esquemas de integración regional han enfrentado y continúan haciendo frente a muchos obstáculos para lograr su afianzamiento. El fortalecimiento de la integración ha sido una constante de muchos organismos regionales creados para tal fin. Se han alcanzado progresos importantes y cada vez más se destacan las dificultades que la han impedido.
Los procesos de integración se centran en el comercio y los aranceles, y no existe una estrategia coordinada para la situación de crisis actual. Es necesario dinamizar el comercio interregional y promover una mayor cooperación entre países. El COVID-19 provocó el estancamiento de la actividad económica a escala global, con graves consecuencias para diferentes sectores productivos.
Por otro lado, de hecho, algunos esquemas de integración se encuentran en una fase de redefinición, y está en juego la capacidad de alcanzar una posición común en situaciones de incertidumbre e inseguridad, se requiere que las organizaciones más influyentes se incluyan en el mecanismo de gestión de crisis y tomen una posición frente a la amenaza del COVID-19. La gravedad de una situación como la actual supera cualquier intento de controlarla por sí solo. Ante una situación de crisis, es necesario reaccionar a escala nacional y regional. El Covid-19 es un tema regional que requiere acciones compatibles por parte de los gobiernos y el entorno regional.
BIBLIOGRAFÍA
- Álvarez, O. (2010), Procesos de Integración, Centro de Investigaciones de Economía Internacional, Universidad de la Habana, Cuba.
- Preciado, J. (2010), Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña, Universidad de Guadalajara, México.