Está sucediendo en el imaginario de la gente que las variadas noticias nacionales de cada día nos abruman y generan incertidumbre social que inciden en el comportamiento individual de diversas maneras.
Por ejemplo, pueden provocar un aumento en los niveles de estrés y ansiedad en las personas, lo que a su vez puede influir en la toma de decisiones y en la percepción del entorno.
También es cierto, que la incertidumbre social puede generar desconfianza en las instituciones, cambios en los patrones de consumo, y afectar la percepción de estabilidad y seguridad en la sociedad. Es importante estar consciente del impacto que estas noticias pueden tener en nuestro estado emocional y buscar formas de manejar el estrés.
Estamos consumiendo noticias que nos saturan, crean incertidumbre, de todo lado, el mismo Gobierno en algunos casos, no tiene coherencia, emite una decisión y a las pocas horas en un escenario distinto o se contradice o se da una contraorden o simplemente no concuerda con lo anteriormente dicho, esa situación está creando en la sociedad desconfianza e inseguridad.
¿A qué viene esta reflexión?
La situación del país por la polarización es creciente, la violencia aumenta cada día en más regiones, la sobreexposición a la información política, a los temas sensibles de justicia y paz puede afectar la convivencia al generar tensiones en las relaciones interpersonales, así como influir en las costumbres al modificar la forma en que percibimos el mundo que nos rodea.
Las dificultades económicas, la incertidumbre y demás situaciones colectivas en que se encuentra el país están produciendo mucha confrontación entre nosotros, además, puede impactar el crecimiento individual al generar ansiedad, estrés. Socialmente puede influir en la percepción colectiva y generar divisiones. Es difícil cuantificar las consecuencias ocasionada por la polarización política.
Los medios de comunicación tienen una responsabilidad en la forma de abordar los temas políticos y económicos, la información que emiten puede influir en la percepción que tenemos del mundo que nos rodea. Con esto no quiero decir que se dejen de publicar o comentar.
Por otra parte las redes sociales tienen un gran impacto en la difusión de información y en la formación de opiniones. Su alcance masivo las hace poderosas en la influencia colectiva.
Tanto los medios de comunicación como las redes sociales cada una por su lado, sin importar de donde provengan, presentan sesgos o desinformación. Eso contribuye a la polarización y división de información. Por eso es necesario mantener una información crítica y objetiva.
El Gobierno como la sociedad de medios de comunicación debe desarrollar habilidades de empatía y comprensión para entender diferentes perspectivas sin que esto afecte nuestra estabilidad emocional. Mantener un equilibrio entre informarse y cuidar nuestra salud mental, es esencial en un entorno informativo saturado y polarizado como el actual que no es solo política, ni social, también es cognitivo conductual.
Se debe contribuir a reducir la polarización política. Quien más debe tratar que no avance es el Gobierno. Es un desafío para el presidente, pero hay estrategias y la mejor de todas es el diálogo respetuoso, fomentar la empatía hacia las diferentes perspectivas de escuchar activamente a quienes tienen opiniones distintas, buscar puntos en común entendiendo las razones detrás de sus posturas. También que el Gobierno fortalezca la participación ciudadana, no solo con los de su grupo político, esto es con toda la población. Por otra parte, que los medios de comunicación hagan un fomento de alfabetización mediática, que contrarresten la desinformación y los discursos divisivos. En cuanto a las noticias de paz, que eviten apologías del delito mostrando incursiones de violencia.