Al magdalena no le importa la alimentación de sus niños.

He percibido muchas voces de preocupación por la situación de una niña en el corregimiento de nueva Venecia, cruzando las aguas de la ciénaga grande de Santa Marta metida en una ponchera, y realmente la imagen da mucho que pensar, pero lastimosamente no es lo peor que viven nuestros niños en el departamento del Magdalena, y aquí les quiero hablar de algo en especial.

En el País se ha escuchado desde hace mucho tiempo la frase “educación de calidad”, y cuando se habla de sus garantías están de por medio al menos los siguientes componentes: infraestructura, excelencia docente, ciencia y Tecnología, transporte y alimentación escolar. Todos son muy importantes y cada uno merece un capítulo aparte, pero en esta ocasión quiero hacer varios señalamientos sobre un componente esencial e indispensable, me refiero a la alimentación escolar.

En el Magdalena es cruel hablar sobre esto, pues hace mucho tiempo, de gobernación en gobernación y de alcaldía en alcaldía, han fracasado en municipios y en el departamento en la prestación del servicio de alimentación escolar. Es quizás el acto de crueldad más grande que pueda pasar, negarles la alimentación a los niños. Y sí, no podría decirse de otra forma; y es que la Ley 2167 de 2021 obligó a que la alimentación escolar sea garantizada durante todo el año escolar, es decir 40 semanas; pero resulta que los alcaldes y la gobernación qué están obligados a contratar la alimentación escolar cada año, y que por lo general se dividen los colegios de cada municipio: unos les corresponde a la gobernación y otros los debe asumir las alcaldías, coinciden en tener una contratación tardía y defectuosa de la alimentación escolar, pues de los 10 meses del calendario escolar tan solo prestan el servicio durante 5 o 6 meses, solo desde el mes de mayo empieza a ejecutarse el contrato cuando se está pronto a salir a las vacaciones de junio, y en muchos colegios se presta hasta el mes de noviembre, finalizando el año sin la prestación del servicio. Y ni de qué hablar en la zona rural donde de esos 5 meses se presta solo algunos días de la semana y hay corregimientos dónde no llega la alimentación.

Según informe de la procuraduría, el Magdalena no solo contrató de manera tardía la alimentación escolar sino que además fue el último departamento en hacerlo con 102 días de retrasos en el año 2022, y pese a requerir a la gobernación, en 2023 también se inició de manera tardía. En esa misma línea lo han hecho casi todos los municipios y alcaldes del Magdalena.

El Magdalena es uno de los departamentos más pobres del País según el DANE, así como también ocupa los últimos puestos en la calidad de la educación como lo señalan los informes del propio ministerio de educación. La alimentación escolar es el componente que ataca la deserción escolar y garantiza la permanencia del estudiante en el colegio, sí, en un territorio tan pobre es un alivio para los padres que sus hijos tengan que comer en los colegios, además de lo importante que es para el cerebro y las neuronas estar bien alimentados para un mejor aprendizaje.

Todo lo anterior sin hablar de la calidad en la prestación del servicio, pues muchos operadores no cumplen con las minutas exigidas, con engaño en el gramaje y muchas veces con alimentos en mal estado. Es necesario que en cada municipio se activen los comités de alimentación escolar CAE dirigidos por padres de familia y los comités seguimiento conformados por secretarios de educación municipal, personeros, concejales y comunidad, con el propósito de ejercer control permanente al cumplimiento de la buena prestación del servicio.

Quiero hacer un llamado de atención respetuoso a la Asamblea del departamento del Magdalena para que exijan a los alcaldes del Magdalena y al gobernador, la contratación inmediata del programa de alimentación escolar PAE, y para esto no puede haber excusas porque ya es una situación que se ha normalizado hace mucho tiempo.

En el Magdalena se ha sido tan mediocre que se ha normalizado que el servicio de alimentación escolar inicie en mayo y la excusa siempre es la misma: problemas en la licitación del contrato, situación que no viven los otros departamentos del país, cómo es el caso de Cundinamarca en dónde el gobernador ya impartió la orden a qué antes del 10 de enero deban estar en proceso de contratación la alimentación escolar. En el Magdalena apenas se está pensando a quien nombrar como secretario (a) de educación.

Sí se quiere seguir en medio de la mediocridad, entonces que no se diga nada, pero es deber de la asamblea departamental exigir resultados y la alimentación escolar no es un juego.

En la zona rural, ¿Cuando no se presta el servicio, quien hace control? El llamado a la Asamblea también es para que la comisión de educación cuente con la base de datos de los comités de seguimiento municipales del PAE, y los acompañe para hacerle control a operadores, alcaldes y a la gobernación.

De nuestra parte estaremos haciendo control social y estaremos publicando fechas de inicio de prestación del servicio del PAE por municipio y en el departamento, así como ahondaremos en la vigilancia sobre la calidad del servicio.

Scroll al inicio